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ENERGÍA HOY

El Estado vuelve a la ofensiva en la economía

Ian Bremmer nos expone que las mayores petroleras del planeta, medidas en términos de sus reservas, pertenecen y son operadas por gobiernos. Así pues, cualquiera de ellas (por ejemplo: Saudi Aramco, Gazprom de Rusia, Nacional Iranian Oil Co., Petróleos de Venezuela y Petrobrás) es más grande que Exxon Mobil, la mayor de las petroleras multinacionales del sector privado. En conjunto, según los datos proporcionados por el experto, las multinacionales producen únicamente el 10% de las reservas de crudo y gas del mundo, mientras que las empresas estatales controlan más allá del 75% de toda la producción de petróleo.

De este modo, Bremmer argumenta que hay evidencia suficiente de que tras años de repliegue, el Estado vuelve a la ofensiva en materia petrolera. Ello supone profundas implicaciones para el libre mercado y la política internacional. En consecuencia, algunos gobiernos no desean sólo regular los mercados, sino que además buscan consolidar su dominancia en los mismos a través las compañías de carácter estatal. Estas entidades están financiadas por fondos especiales de riqueza soberana, vehículos de inversión creados y dirigidos por los Estados, cuyas posiciones fuertes en divisas extranjeras son utilizadas para maximizar el retorno de la inversión estatal.

Sin embargo, el autor describe que estos instrumentos empresariales y financieros de auspicio gubernamental no tienen por objeto maximizar la creación de riqueza con base en criterios económicos, sino en atención a directrices políticas: acrecentar el poder gubernamental y las posibilidades de supervivencia de la cúpula gobernante. Así, esta coyuntura se vuelve un factor potencial de distorsión de los mercados: burocracia ineficiente, despilfarro y favoritismo político que pesa sobre los gobiernos –casi siempre autoritarios- en relación a los procesos de contratación. Además, a este complejo escenario hay que añadir el número cada vez mayor de normativas y regulaciones nacionales que esta clase de gobiernos utiliza para favorecer a las firmas locales, en detrimento de la competencia y las compañías e inversionistas extranjeros. En el sector petrolero, dentro de esta tendencia regulativa con claros fines proteccionistas encontramos a China, Rusia y Ecuador.

Por tanto –concluye Bremmer-, cabría esperar que en el próximo decenio, los Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, Canadá y Australia se coordinen para conformar un frente común para protegerse de los efectos nocivos derivados de las políticas proteccionistas que están implementado los gobiernos de aquellos países partidarios del capitalismo de Estado. En este sentido, este analista señala que estos dos paradigmas de política económica en materia petrolera competirán por mejores relaciones políticas y comerciales con países que tienen elementos de ambos modelos: Brasil, India y México.

En resumen, quienes creen en el capitalismo de libre mercado deberán continuar practicado lo que predican. Especialmente, cuando EE.UU. enfrentará poderosas tentaciones proteccionistas, ante la expectativa de que la tasa de crecimiento de China y el desempleo norteamericano se mantengan elevados.

Fuente: Periódico Reforma, en Ian Bremmer, The Wall Street Journal Americas, 28 de mayo de 2010.

 
     
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